Civismo en la gestión de residuos

Este tema ya lo habíamos abordado anteriormente. Conocemos diferentes posturas y valoramos la politización de las mismas, cuando, así lo puse de manifiesto, lo que debería hacerse es pasar a las demostraciones y a los hechos, sin sesgos interesados. Este nuevo comentario, por mi parte, se producía como reacción a otro redactado en la última noticia del diario al respecto, en el que, más que el incivismo, se ponía de manifiesto lo valiente que puede llegar a ser la ignorancia.

La noticia: 20120415 recogida-tratamiento-integral-basura
El comentario:
"Comentarios como ese de “¡Ya está bien de imposiciones!Como no tengo obligación de reciclar (ya pago impto de basuras)a partir de ahora meteré todos mis residuos en una bolsa, y al contenedor verde. Invito a todo el mundo a imitarme” son muestras de un incivismo impropio de una ciudad moderna, progresista y ejemplar como Eibar, y me preocupa que, siquiera porque les haya hecho gracia, 2 personas lo hayan dado por bueno. Comprendo que el tema de la gestión de residuos suscite un debate. Este tema ya lo comentamos anteriormente y, lo cierto es que se hace necesario llevar a cabo estudios que sugieran PERO CON FUNDAMENTO cuál puede ser la mejor forma de hacer en Eibar. El 5º contenedor (el marrón) ya ha sido propuesto en varias zonas de la ciudad. ¡Bien por ello!, porque gracias a esto se podrá observar ALGO, es decir, se podrá valorar cuánto se consigue reciclar, en residuo orgánico, lo que siempre supondrá una disminución del gasto energético y de la contaminación ambiental secundaria a la incineración. Pues bien; cuantificarlo. Otras formas de gestión y otras cuestiones relacionadas con ellas (la suciedad, incomodidad… achacadas al puerta a puerta, por ejemplo) pueden ser objetivadas o no mediante la puesta en marcha de proyectos de las mismas características, ¿por qué no? Del mismo modo que en el caso del contenedor marrón, podría plantearse un estudio piloto para que, de forma voluntaria como en el caso anterior, la gente pudiera adherirse a ese programa. Si se comprueba que el gasto es excesivo (en comparación con el ahorro), o el sistema resulta insalubre o su seguimiento escaso, siempre se puede rechazar su generalización. Exactamente lo mismo que con el contenedor marrón.

No nos cerremos en banda al cambio, si con ello podemos mejorar. ¿Con cautela? Por supuesto. Pero lo único que tiene que acabar en el contenedor verde son nuestros prejuicios. ¡Recapacitad!"