jueves, 27 de septiembre de 2012

Prejuicios

Suele ser habitual que cuando se menciona, siquiera, a los inmigrantes se acaba mezclando el tocino (con perdón de quien pueda sentirse aludido, no va por nadie) con la velocidad (idem). Así pues, lo que debería ser una noticia más en la sintonía de una actividad integradora, acaba siendo foro para las menos fundamentadas de las argumentaciones xenófobas (del griego ξένος xeno = extranjero y φοβία fobia = temor... gracias, wikipedia).
La noticia: 20120927 numero-inmigrantes-eibar-duplicado

El comentario: "Me consta que a “ashtray” le han censurado alguno de sus comentarios. Eso está mal. Sin embargo tampoco es que esté yo de acuerdo con lo que él/élla plantea. Considero que el verdadero problema radica en la liberalización del panorama laboral y de las contrataciones. Se expone en el artículo que los inmigrantes suelen «ocupar puestos de trabajo en muchos ámbitos que no quería atender la población eibarresa». El problema en este ámbito, por tanto, no es de los inmigrantes ya que ellos aceptan trabajos que los autóctonos no quieren, ¿verdad? No, el problema está en las políticas neoliberales; en la búsqueda, por parte de la clase empresarial, del mayor beneficio y el menor gasto posible que, en algunos casos y movidos por la codicia, no contentos con pagar cuanto menos al mejor postor (con sueldos irrisorios que no hacen más que rebajar la cota de salario cada vez más) llegan incluso a captar trabajadores sin hacer contrato legal alguno o hasta a extorsionarlos con la amenaza de denunciarlos a las autoridades en el caso de los inmigrantes (véase 20120424 detenido-empresario-elgoibar-explotar-laboralmente-extranjeros) Al inmigrante, como a muchos trabajadores locales, no le queda más que agarrarse al clavo ardiendo, por no estar en condición de pedir más pues sus titulaciones, cuando existen, no están homologadas, o símplemente porque no le queda otra si quiere subsistir. En esto último, le ocurre lo mismo que al trabajador autóctono. Pero caer en la trampa de la división social de los trabajadores, locales y foráneos, que es la estrategia POLÍTICA de la clase empresarial pudiente, es, precisamente, el mayor de los errores, pues es contra aquella contra la que debemos unir los esfuerzos de todos para que no se enriquezcan a costa de nuestro perjuicio. Ya lo comentábamos ayer: http://bigkerman.blogspot.com/2012/09/paradigma-paradoja-paranoia.html ".

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