domingo, 11 de marzo de 2012

La imagen de los vascos

En mi habitual periplo por los confines de la prensa local, he tropezado con una entrevista relacionada con la lucha religiosa. En este caso, de una asociación musulmana. Como viene siendo habitual, una cosa me ha llevado a la otra y he acabado donde Cristo perdió la sandalia.

La noticia: 20120311 somos-eibarreses-queremos-enterrados
El comentario:
"La entrevista me ha parecido interesante. Mi punto de vista es un poco neutral en el aspecto religioso. Opino que en un estado laico ninguna religión debe tener preferencia. Sabemos que esto no sucede ya que el catolicismo recibe innumerables ayudas económicas de las arcas públicas, privilegios de diversa índole, hasta reconocimiento político (acabáramos!). En ese sentido, la cruzada (perdónenme la expresión, no es mi intención ofender ni hacer sangre pero le viene, irónicamente, que ni pintado) emprendida por los demás grupos religiosos, incluyendo a los musulmanes, me parece totalmente lógica... pero más que equiparar privilegios, en este caso creo que deberíamos quitárselos a quienes ya los tienen sin un motivo justificado.
Por otra parte, me sorprende la valoración que realiza el entrevistado cuando responde con que los vascos tenemos cualidades como el apego y amor por nuestra tierra, costumbres y cultura o que somos francos y constantes en el trabajo. Creo que, si bien es una valoración favorable a nuestra imagen, se trata de un estereotipo que más nos valdría que fuera más cierto de lo que realmente es. Y que a nadie se le ocurra leerlo por la última frase, que como en todas partes habrá de todo, ya que alude a la individualidad. No, me remito a la frase de la mitad: eso del apego por la tierra, sus costumbres y su cultura. Ojalá fuera cierto. Sin embargo año a año vemos destruida nuestra tierra para la creación de polígonos industriales, y viviendas que favorecen la especulación urbanística, las empresas externalizan a países en vías de desarrollo un trabajo que siempre se ha realizado aquí, los jóvenes (y no tan jóvenes) ven con indiferencia los actos culturales propios de su pueblo, y los ayuntamientos, incluido el nuestro, recortan las cuantías para la promoción de actos culturales y comerciales locales, como bien puede leerse en el presupuesto del PSE para 2012, o cualquiera puede contemplar en las caras de los baserritarras de la plaza del mercado provisional del Rialto (y vaya usted a saber si seguirá igual en el futuro)."

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